dimhis


Me dije que era el último, aunque no sabía bien el último qué.
El último día de malos ratos, el último error que me permitiría cometer, o el último cigarro.
Ni si quiera sabía durante cuanto tiempo me iba a acordar de mis palabras.
Sólo esa noche lo más seguro,
mañana me excusaría de alguna manera y volvería a dejar que mi corazón se parara unos segundos por unos ojos que me demostraran interés.
Yo era así, qué iba a hacerle.
Sin embargo esa noche estaba claro, esa noche era la última.
Me vestí, di el último beso y cerré la puerta.
Y... sí, por qué no, también por vez última me permití una sonrisa.