Disparates

O disparas, o dispárate.


Destrozarnos los huesos, astillarnos la piel, mordernos salvajes cada día.
Tenernos con el único fin de sentirnos vivos. Solos, pero vivos. 
Ser libres, pero sernos. 
Anularnos la capacidad de jodernos los sentimientos, pero sin duda jodernos.
¿No fue esto lo que me pediste?
¿No era esto lo que querías?

Sí.
Pero nunca fue contigo.

Y él no lo entendía.
Porque ya no nos sentíamos solos, ahora sólo nos sentíamos.
Y era enfermizo vivirnos así de libres con todos esos sentimientos jodiéndose nuestras ganas cada noche.
Porque yo no los pedí, como presente.
Porque yo nunca nos quise, como futuro.

Creo que es hora de que aterricemos en tierra firme
dijo calmado, indiferente como siempre.
Y acto seguido soltó los mandos, porque aún perdiéndonos tenía que ganar.
No lo dudó, nos estrelló contra aquel cementerio de pasados.


Y de aquel disparate rescatamos dos cuerpos,
pero ningún corazón.

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